Las aves marinas son un tipo de avesadaptadas para la vida en hábitats marinos. Si bien son muy distintas en cuanto a su estilo de vida, comportamiento y fisiología, suelen manifestar casos de evolución convergente, dado que los idénticos problemas relacionados con el ambiente y los mismos nichos de alimentación resultaron en adaptaciones similares. Las primeras aves marinas evolucionaron en el período Cretácico, mientras que las familias modernas surgieron en el Paleógeno.
En general, las aves marinas viven mucho tiempo, se reproducen más tarde y en sus poblaciones hay menos individuos jóvenes, a los que dedican mucho tiempo. Muchas especies anidan en colonias, que pueden variar de tamaño entre una docena de aves a millones. Otras son famosas por llevar a cabo largas migraciones anuales, que las llevan a cruzar el ecuador o rodear la Tierra en muchos casos. Pueden alimentarse en la superficie del océano o en sus profundidades, e incluso entre sí. Algunas son pelágicas o costeras, mientras que otras pasan parte del año alejadas completamente del mar.
La morfología de las aves marinas depende de muchos factores. Por ejemplo, la simetría del cuerpo de las aves depende del tipo y las funciones del vuelo, que caen dentro de las categorías de caza de alimento, desplazamiento a lugares de anidación o reproducción y migración. Un ave marina tiene, en promedio, una masa corporal de alrededor de 700 g, una envergadura de 1.09 m y un área total de alas de 0.103 m2. Sin embargo, esta variables dependen del mecanismo de vuelo y de la etiología de la especie.[1]
Las aves marinas y el hombre tienen una larga historia de convivencia: han proporcionado comida para los cazadores, han guiado a los pescadores a los bancos de pesca y han guiado a los marineros a las costas. Dado que numerosas especies están amenazadas por actividades humanas, los movimientos a favor de la conservación ambiental las tuvieron en cuenta.