Zorba, el griego |
Zorba, el griego | ||
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Título original | Βίος και Πολιτεία του Αλέξη Ζορμπά | |
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Edición traducida al | ||
Traducido por | Jaime Berenguer Amenós | |
Editorial | Argos Vergara (primera edición en castellano) | |
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Páginas | 346 | |
Zorba, el griego (Βίος και Πολιτεία του Αλέξη Ζορμπά, Vida y aventuras de Alexis Zorbas) es una novela escrita por el escritor
El libro se inicia en un café de
Está a punto de sumergirse en su ejemplar de "
A su llegada, rechazan la hospitalidad de Anagnostis Kondomanolious, el dueño del café local, y siguen la sugerencia de Zorba de ir al hotel de la señora Hortensia, que no es más que una fila de viejas casetas de baño. Se ven forzados por las circunstancias a compartir una caseta. El narrador pasa el día describiendo la isla, el paisaje de la cual le recuerda a "la buena prosa, cuidadosamente ordenada, potente y sobria", y leyendo a Dante. Al regresar al hotel para la cena, invitan a la señora Hortensia a su mesa y hacerla hablar de su pasado de cortesana. Zorba le da el mote de "Bouboulina" y, con la ayuda de su címbalo, la seduce. El espíritu del protagonista hierve en su habitación mientras escucha los sonidos de su amor apasionado.
Al día siguiente, la mina se abre y comienza a trabajar. El narrador, cuyos ideales socialistas le llevan a intentar confraternizar con los trabajadores, es advertido por Zorba de que debe mantener las distancia. "El hombre es una bestia. Si usted es cruel con él, le respetará y temerá; si es amable con él, le sacará los ojos". Por su parte, Zorba se sumerge en la tarea, que es una característica de su actitud: ser absorbido en lo que uno está haciendo o con quien se está en ese momento. Con bastante frecuencia, Zorba trabaja infinidad de horas y pide no ser interrumpido durante el trabajo.
El narrador recupera su entusiasmo vital junto a Zorba y las personas que lo rodean, pero al final, la tragedia marcará su estancia en Creta y regresará a tierra firme completamente arruinado.[nota 1] Su despedida de Zorba, quizá por la falta de una explosión de sentimientos, resulta desgarradora, tanto para Zorba como para el narrador. Los dos se recordarán el uno al otro hasta su muerte.