La necesidad de una calzada
Tramo de la Vía Apia en las cercanías de
Roma,
Italia.
Grabado de una vista estilizada de la Vía Apia en
Roma,
Italia.
El éxito del ejército romano dependía del uso de bases estratégicas para prepararse para el combate y reponerse después de éste. Estas permitían que el ejército romano contase con un número grande de tropas en el campo listas para atacar al enemigo. Durante los últimos años de la República romana los romanos se convirtieron en los amos del arte del abastecimiento de tropas, no así durante los tiempos del censor Apio Claudio.
Los samnitas
Desde tiempos muy remotos Roma tenía en su mirada a los pueblos de Campania, que al igual que ellos, descendían de los etruscos. Las guerras samnitas fueron instigadas por los samnitas cuando los romanos trataron de aliarse con Capua. Los itálicos de Latium ya habían sido subyugados desde mucho tiempo y habían sido incorporados al estado romano. Fueron los causantes del cambio de Roma de un gobierno etrusco a uno itálico.
Existían poblaciones densas independientes de samnitas en las montañas al norte de Capua, situada al norte de la entonces ciudad griega de Nápoles. Alrededor de 343 a. C. Roma y Capua trataron de establecer una alianza, como el primer paso para unirse. Los samnitas reaccionaron con una fuerza militar que produjo las llamadas guerras samnitas.
Los Pantanos Pontinos
Entre Capua y Roma estaban situados los pantanos Pontinos (Pomptinae paludes), un pantano palúdico. Existía un camino costero que conducía desde Ostium (Ostia), en la boca del Tíber, hasta Neápolis. La vía Latina seguía un curso más antiguo a los pies de las colinas del Monte Laziali y los Lepinos, cuyas cumbres son visibles desde el antiguo pantano.
Durante la primera guerra samnita (343-341 a. C.) los romanos se dieron cuenta que no podían reabastecer sus tropas en el campo de batalla contra los samnitas a través del pantano. No se sabe cuáles fueron las batallas, pero no se duda que los romanos no salieron victoriosos en estas. La revuelta de la liga latina también produjo un drenaje de recursos romanos aún mayor y esto causó que los romanos abandonaran la alianza.
Colonización al sureste
Los romanos esperaban mientras se llegaba a una solución, la cual se dio en la forma del establecimiento de una colonia, o sea, un establecimiento de romanos que mantendrían una presencia permanente en el área deseada. La segunda guerra samnita (327 a. C.-304 a. C.) estalló cuando los romanos trataron de establecer una colonia en Calès en 334 a. C. y de nuevo en Fregellae en 328 a. C. al otro lado de los pantanos. Después de la derrota de los griegos de Tarento por los samnitas, éstos últimos se convirtieron en una gran fuerza militar, ocuparon Nápoles para asegurarse de su alianza. Los
napolitanos hicieron una llamada a Roma, que envió un ejército que logró expeler a los samnitas de Nápoles. La batalla por la Campania fue el resultado directo de la acción que Roma había tomado en contra de los samnitas en Nápoles.
No obstante, las colonias no fueron la respuesta al confrontamiento entre los samnitas y los romanos. En 321 a. C. los samnitas capturaron un ejército romano en las montañas al norte de Capua en un lugar llamado Cadium (Caudio). Durante la llamada batalla de las Horcas Caudinas los romanos se vieron atrapados sin abastecimientos, especialmente sin agua, hasta que el Senado romano pagó a los samnitas a cambio de un tratado que los romanos consideraban humillante, que les obligaba a entregar a rehenes y a abandonar las colonias que habían establecido.
El tratado entre los romanos y los samnitas duró cinco años y durante este tiempo, Roma se dedicó a derrotar a las tribus itálicas alrededor de los samnitas. En 316 a. C. al expirarse el tratado, los samnitas se unieron a la guerra de los itálicos contra los romanos, quienes sufrieron una gran derrota en la batalla de Lautulae en 315 a. C. Ya para 312 a. C. la situación contra los romanos era desesperante, y aún más desesperante cuando en 311 a. C., los etruscos en Etruria y Campania se unieron a los samnitas.