Tushratta |
Tushratta fue el noveno rey de
Al morir el rey
En aquellos años Mitani vivía acosado por todos sus flancos por reinos e imperios con afanes claramente imperialistas. De todos ellos el más peligroso era los
Así, aunque teóricamente apoyaban la candidatura del usurpador Artatama, los hititas trabajaron por propio interés, comenzando a adueñarse del Alto Éufrates y del Líbano, tejiendo además una complicada madeja de alianzas con los príncipes sirios en detrimento de Mitani. Desesperado por el cariz que estaban tomando las cosas, Tushratta fomentó la amistad con el principal rival de los hititas,
Comprendiendo que una guerra entre una coalición de hititas y sirios y otra de egipcios y mitanios estaría demasiado igualada, el hábil Suppiluliuma optó por esperar una ocasión más propicia que no tardaría mucho en llegar: la muerte de Amenhotep III y la subida al trono de un nuevo faraón, su hijo Amenhotep IV, quien después tomaría el nombre de
Desesperado, Tushratta trató de recomponer sus alianzas con los principados sirios, pero ya la mayoría estaban bajo la influencia hitita, y Suppiluliuma no tardó en invadir Mitani y llegar a su capital, de dónde huyó Tushratta y toda su corte. Aquel modesto reino, que en su tiempo había sido la llave de Siria, tenía los días contados y no pasó mucho hasta que fue completamente devorado por hititas y por asirios. La reacción de Egipto llegó demasiado tarde, haciendo retroceder a Suppiluliuma a la fortaleza de
Tushratta murió asesinado por uno de sus hijos, y con ello comenzaba la guerra civil que desintegraría del todo Mitani. Artatama II, el favorito de los hititas, y su hijo Shuttarna III, el de los asirios, acabaron por perder apoyos frente a un hermano o hijo del difunto Tushratta,