La taza como símbolo de bienestar social
Escultura decorativa sobre la entrada de una cafetería de
Leipzig. Aparece un personajes con traje turco recibiendo una taza de café de manos de un
putto.
Como vajilla habitual en las reuniones sociales, la taza ha alcanzado un curioso simbolismo de objeto representativo del bienestar e incluso el lujo.[3] La fusión de elementos culturales británicos y asiáticos, por emplear un ejemplo entre muchos, se ha reflejado desde el siglo XVIII en el uso y abuso de la taza como icono social. Y así, el té del mandarín chino entroncaba con la costumbre inglesa del té de las cinco, refinamiento social que a lo largo de los últimos siglos se ha representado en diversas expresiones de las bellas artes (cuadros, esculturas, poemas, etc).
Rainer Maria Rilke, uno de los grandes poetas en lengua alemana, uniéndose a la atracción que a finales del siglo XIX y principios del XX se sentía por Oriente, describe una tacita de porcelana china en estos versos, publicados el año 1907 y editados en español en 1991:[4]
Porcelana opalina,
frágil, una llana taza de China,
y llena de pequeñas mariposas claras.
R.M. Rilke Nuevos poemas (1991) Madrid p. 210