Historia
La primera página autógrafa de la
Quinta Sinfonía de
Beethoven, con el famoso «motivo del destino».
Desarrollo
La Quinta Sinfonía tuvo un largo proceso de maduración. Los primeros esbozos datan de 1804 tras haber acabado la Tercera Sinfonía.[1] Sin embargo, Beethoven debía interrumpir su trabajo en la Quinta para preparar otras composiciones, incluyendo la primera versión de Fidelio, la Sonata para piano Appassionata, los cuartetos de cuerdas Rasumovsky Op. 59, el Concierto para violín, el Concierto para piano n.º 4, la Cuarta Sinfonía y la Misa en do mayor. La preparación final de la Quinta Sinfonía, que tuvo lugar entre 1807 y 1808, fue llevada en paralelo con la Sexta Sinfonía, que fueron estrenadas en el mismo concierto.
Cuando Beethoven la compuso ya estaba llegando a los 40 años, su vida personal estaba marcada por la angustia que le causaba el aumento de su sordera;[2] pese a esto, había entrado ya en un imparable proceso de “furia creativa”. Europa estaba marcada decisivamente por las guerras napoleónicas, la agitación política en Austria y la ocupación de Viena por las tropas de Napoleón en 1805.
Estreno
La obra fue estrenada el 22 de diciembre de 1808 en el Theater an der Wien en un monumental concierto de cuatro horas que consistía exclusivamente en estrenos de Beethoven, y que fue dirigido por el mismo Beethoven.[4] El programa fue:
- La Sexta Sinfonía, Op. 68
- El aria Ah, perfido! Op. 65
- El Gloria de la Misa en do mayor Op. 86
- El Concierto para piano n.° 4 Op. 58 (tocado por el propio Beethoven)
- (pausa)
- La Quinta Sinfonía, Op. 67
- El Sanctus y el Benedictus de la misma misa
- Una improvisación para piano solo tocada por Beethoven
- La Fantasía coral, Op. 80
En España se estrenó la noche del 19 de diciembre de 1838, en el Teatro de Madrid, y un mes más tarde en el Liceo de Barcelona
Edición y dedicatoria
Portada de la
Quinta Sinfonía de Beethoven.
La obra fue publicada por Breitkopf & Härtel: las partes de la obra en abril de 1809 y la partitura en 1820. La partitura autógrafa fue regalada en 1908 por la familia de Felix Mendelssohn a la Biblioteca Estatal de Prusia (Preußische Staatsbibliothek) en Berlín en donde se conserva en la actualidad (ahora Staatsbibliothek zu Berlin).
La obra fue comisionada por el conde Franz von Oppersdorff en junio de 1807, complacido por la Sinfonía n.º 4 que también había encargado. Le pagó en total 500 florines, primero un adelanto de 200 y el resto en noviembre de 1808, cuando Beethoven le entregó la partitura completa, y le otorgó el uso exclusivo por seis meses. Sin embargo, dedicó la sinfonía a dos de sus patrones y amigos, al príncipe Joseph Franz von Lobkowitz y al entonces conde Andrey Razumovsky. Oppersdorff no volvió a comisionar más obras a Beethoven.