La sal kosher es una sal pura (sin añadidos) que es empleada tradicionalmente por los judíos para la salazón de algunos alimentos kosher, los permitidos por la tradición culinaria judía. Se trata por regla general de una sal de granos gruesos. Se emplea en el proceso de desangrado de algunas carnes permitidas (cordero, vaca, etc), las normas kosher no permiten que se ingiera la sangre y los animales deben ser sacrificados en una forma específica para que puedan ser desangrados adecuadamente y en esta creencia si la carne no ha de ser cocinada inmediatamente, debe ser puesta en salazón con este tipo de sal para que se seque y poder extraer así la mayor parte de la sangre.