La rinitis es una inflamación del revestimiento mucoso de la nariz, caracterizada clínicamente por uno o más síntomas: rinorrea, estornudo, prurito (picor) nasal, congestión nasal, drenaje (secreción) postnasal.
Rinitis aguda o coriza (coloquialmente catarro nasal, resfriado nasal o romadizo): la que dura menos de seis meses.
Rinitis crónica: la que se mantiene durante más de 6 meses de evolución.
Según su etiología
Según su causa hay dos grandes tipos:[1]
Rinitis alérgica: se subclasifica en estacional o perenne. Y según el tipo de glóbulos blancos alterados, puede ser: eosinófila, neutrófila o mastocitaria.
Rinitis no alérgica: este grupo incluye:
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rinitis infecciosa, por virus o bacterias
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rinitis vasomotora, causada principalmente por uso de medicamentos vasoconstrictores nasales
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rinitis física, causada por frío o humedad en el ambiente.
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rinitis mecánica, generada por vegetaciones, tabique desviado, tumores o cuerpos extraños
Rinitis atrófica: la rinitis atrófica es causada por la reducción de los cornetes inferiores, provocando una inflamación en la mucosa debido al paso del aire, ya que los cornetes inferiores sirven para humedecer, filtrar y sentir el paso del aire por la nariz.