La próstata (desde griego antiguo προστάτης, prostátēs, literalmente "el que está delante", "protector", "guardián"[3] con forma de castaña, ubicado enfrente del recto, debajo y a la salida de la vejiga urinaria, aunque puede estar pegado a esta. Este órgano funciona como una vejiga secundaria que ejerce presión para que el semen sea expulsado por la uretra al exterior; también tiene la capacidad de cerrar el paso de la vejiga para impedir que esta libere su contenido durante el coito.
La próstata se conecta con los testículos por los conductos deferentes, los cuales ascienden un nivel más alto de la vejiga, lo cual evita que la orina contamine el escroto.
La glándula prostática aporta:[5]
Justo encima y a los lados de la glándula prostática se encuentran las vesículas seminales, que producen la mayor parte del líquido seminal. La próstata rodea la primera parte de la uretra, conducto por el que circula la orina y el semen hasta el pene.
Las hormonas masculinas estimulan la glándula prostática desde el desarrollo del feto. La próstata continúa su crecimiento hasta que se alcanza la edad adulta y mantiene su tamaño mientras se producen las hormonas masculinas. Si las hormonas masculinas desaparecen, la glándula prostática no puede desarrollarse y reduce su tamaño, a veces hasta casi desaparecer.