Además de su propio padre, fueron sus maestros Esteban de Obray, Juan Pérez Vizcaino y Bernardo Pérez. Se le atribuye la realización de la Capilla de San Bernardo de la Seo de Zaragoza, el retablo de la misma capilla y los sepulcros de Hernando de Aragón y su madre que allí se encuentran.