Pecado original |
El pecado original, también llamado pecado ancestral,[3]
El concepto del pecado original fue originalmente concebido en el siglo II
La doctrina cristiana católica con respecto al pecado original se fijó en el
La
En los concilios se estableció que el bautismo borra el pecado original y devuelve el hombre a Dios, pero las consecuencias para la naturaleza, debilitada e inclinada al mal, persisten en el hombre y lo llaman al combate espiritual. La
De acuerdo con el Catecismo de la Iglesia católica
Por su pecado, Adán, en cuanto primer hombre, perdió la santidad y la justicia originales que había recibido de Dios no solamente para él, sino para todos los humanos.
Adán y Eva transmitieron a su descendencia la naturaleza humana herida por su primer pecado, privada por tanto de la santidad y la justicia originales. Esta privación es llamada "pecado original".
Como consecuencia del pecado original, la naturaleza humana quedó debilitada en sus fuerzas, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al dominio de la muerte, e inclinada al pecado (inclinación llamada "concupiscencia").[17]
San Anselmo decía que "el pecado de Adán fue una cosa pero el pecado de los niños al nacer es algo distinto; el primero fue la causa, el segundo es el efecto"[18] El pecado original en un niño es distinto de la falta de Adán; es uno de sus efectos. Los efectos del pecado de Adán de acuerdo con la Enciclopedia Católica son:
1. Muerte y sufrimiento.
2. Concupiscencia (o inclinación al pecado). El bautismo borra el pecado original, pero la inclinación al pecado permanece.
3. La ausencia de la gracia santificante en los niños recién nacidos es también efecto del primer pecado, ya que Adán, habiendo recibido de Dios la santidad (o gracia santificante) y la justicia, no sólo la perdió para él, sino para nosotros. El bautismo confiere la gracia santificante original, perdida por el pecado de Adán, eliminando así el pecado original y cualquier pecado personal.[19]
El catecismo presenta la doctrina del pecado original como el “anverso de la redención” (cf. CEC 389). Recuerda que aunque el relato está hecho de imágenes o se encuentre redactado usando figuras literarias, se trata de un acontecimiento real de los inicios de la historia y que la marca (cf. CEC 390).[20]
La Iglesia católica siempre ha sostenido que "por el Bautismo, todos los pecados son perdonados, el pecado original y todos los pecados personales"[22]
Luego, entre los números 396 y 409[23] analiza los diversos elementos relacionados con este pecado: La prueba que implicaba el no poder comer del árbol del conocimiento del bien y del mal como una muestra del límite que la libertad humana tiene por el hecho de ser una criatura; el pecado presentado como un acto de desconfianza primero y de desobediencia después; las consecuencias: pérdida de la santidad original, se destruye la armonía del mundo y del interior del hombre, la muerte entra en la historia. La universalidad del castigo a partir del pecado original se sostiene con textos tomados de
Como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la condenación, así también la obra de justicia de uno solo (la de Cristo) procura a todos una justificación que da la vida. Por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores
Rm 5, 18-19
En el número 404 se dice que el pecado de Adán es el pecado de todos los hombres que vienen después de él, ya que, según una expresión de
El
Los líderes de la Reforma admitían el dogma del pecado original, pero el día de hoy hay algunas denominaciones protestantes que ya no creen en el pecado original influenciados por la doctrina sociniana del reformador Fausto Socino.[19]
El libro apócrifo
Oh Adán, ¿qué has hecho? Porque aunque fuiste tú quien pecó, la caída no fue solo tuya, sino también de nosotros que somos tus descendientes. ─ 4 Esdras 7:48[25]
y a Adán como quien transmitió a toda su progenie la enfermedad permanente, la malignidad y la mala semilla del pecado[19]:
Porque el primer Adán, cargado de un corazón malvado, transgredió y fue vencido, como también lo fueron todos los que descendieron de él. Por lo tanto, la enfermedad se volvió permanente; la ley estaba en el corazón de la gente junto con la raíz del mal, pero lo que era bueno se fue, y el mal permaneció. ─ 4 Esdras 3:21-22[26]
Porque un grano de mala semilla fue sembrado en el corazón de Adán desde el principio, ¡y cuánta impiedad ha producido hasta ahora, y producirá hasta que venga el tiempo de la trilla! ─ 4 Esdras 4:30[27]