Historia
El edificio original data de 1673, sin embargo ha sufrido varias transformaciones desde entonces. Uno de los primeros usos que se le dio fue como Aduana y como sede de la Contaduría en 1740. El edificio fue prácticamente destruido por un incendio en 1756. Posterior a su reposición, éste fue utilizado sucesivamente como depósito en 1821, escuela normal de varones entre 1872 y 1875, Casa de Gobierno, sede del Banco Nacional, hasta ser convertida en Palacio Presidencial en 1875.[1]
En 1922, el presidente Belisario Porras dispone una restauración de este edificio. Se refuerzan las características coloniales de éste y se construye un segundo piso. Estos trabajos estuvieron a cargo del arquitecto
Leonardo Villanueva-Meyer.[2] Fueron ampliamente remodelados el Salón Amarillo, el comedor presidencial y el patio central. Igualmente se agregó un patio andaluz en el segundo piso y se construyó un tercer piso que serviría de residencia presidencial. Su inauguración oficial fue el 3 de agosto de 1923, aunque no fue adquirido en su totalidad por el Palacio Presidencial hasta el año 1938, cuando el Banco Nacional se trasladó a una nueva casa matriz ubicada en la Avenida Central.
El palacio ha sido utilizado como residencia y oficina principal de la mayoría de los presidentes, a excepción de algunos, como Juan Carlos Varela, Ricardo Martinelli, Martín Torrijos, Mireya Moscoso y Ernesto Pérez Balladares, que optaron por mantener sus residencias y viajar diariamente a éste.