Desarrollo
Los misiles de crucero fueron desarrollados por primera vez en Estados Unidos como Kettering Bug en 1918 durante la Primera Guerra Mundial. Sin embargo fueron usados por primera vez por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Las V-1 que empezaron a utilizarse en 1944, cuyo diseño era el de una gran bomba con pequeñas alas y un motor montado en el dorsal, usaban un simple
sistema de guía inercial. Las V-1 usaban un Pulsorreactor Argus 1, cuyo ruido les valió el apodo de «bombabuzz». Los aviones kamikaze japoneses también pueden ser clasificados como misiles de crucero. Estas primeras armas también son conocidas como bombas volantes.
Durante la Guerra Fría, tanto los Estados Unidos como la Unión Soviética experimentaron con el concepto, desarrollando tempranos misiles de crucero para submarinos y aviones. Los Estados Unidos diseñaron un programa para conseguir misiles de crucero con motores nucleares, el Proyecto Pluto. Aunque el concepto fue sobradamente probado ninguno de los prototipos fue probado en vuelo y descartaron al poco tiempo los proyectos de misiles de crucero ya que tanto los EE.UU. como otros países poseían portaaviones y podían atacar a los enemigos a gran distancia. Esto fue así hasta 1970, con el BGM-109 . Mientras que los misiles balísticos fueron la opción elegida para atacar objetivos terrestres, los misiles de crucero con cabezas nucleares y convencionales fueron vistos por la URSS como el arma principal para atacar a los grupos de batalla de los portaaviones estadounidenses y fueron ellos los primeros en desplegar los misiles de crucero a gran escala. Los grandes submarinos, como los de las clases
Echo y
Oscar fueron diseñados para llevar estas armas y sorprender a los grupos de combate navales de la marina estadounidense mientras que los grandes bombarderos como el Backfire, el
Bear o el Blackjack fueron provistos con estas armas en sus configuraciones como plataformas para ALCM (Air Launched Cruise Missile, Misil de Crucero Lanzado desde el Aire).
En el año 2001 el misil BGM-109 (Tomahawk) se convirtió en un arma importante de los arsenales de los Estados Unidos. Este misil de crucero proporciona una extremada precisión a largas distancias, con una cabeza de guerra convencional. Puede ser lanzado desde bombarderos como el B-52 Stratofortress. Tanto el Tomahawk como el viejo AGM-86 (ALCM) fueron muy usados durante la Operación Tormenta del desierto de la Guerra del Golfo. La Royal Navy (Marina Británica) usa los Tomahawk especialmente desde sus submarinos nucleares. Las primeras versiones con cabeza de guerra convencional tuvieron su bautismo de fuego en 1999 en la Guerra de Kosovo. Cada misil Tomahawk cuesta casi dos millones de dólares.
Actualmente los misiles de crucero más conocidos son los ALCM y Tomahawk estadounidenses así como el
sustituto del ALCM que es el ACM, mucho más moderno y capaz. La empresa Matra está desarrollando para el ejército francés un misil de crucero llamado APACHE (Arme Propulsée A CHarfe Ejectables, Arma Propulsada con Submuniciones Eyectables) muy importante que tendrá una amplia gama de submuniciones (antipersonal, antipista, contra carro, carga hueca, etc.) con una bodega de carga de 2.2 m capaz de llevar una carga bélica total de 770 kg. Además este misil posee capacidades furtivas o stealth y es capaz de seguir el perfil del terreno para evitar aún más el radar y tendrá un alcance de 140 km volando a velocidades subsónicas. Otra variante también para el ejército francés es el SCALP (denominado en otros lugares Storm Shadow) con unas capacidades similares pero con un alcance de 600 km y un sensor IR. El SCALP podrá ser llevado por los aviones de combate franceses y tendrá una versión tierra-tierra para ser usado por buques y submarinos. El ejército alemán tiene una propuesta similar al APACHE para la Luftwaffe llamada APACHE-MAW. El más reciente de todos los proyectos es el Storm Shadow desarrollado conjuntamente por MATRA y BAe y tendrá capacidades similares al SCALP.