Biografía hasta los cargos gubernamentales
Origen familiar y primeros años
Melchor Bravo de Saravia había nacido en el año 1512 en la ciudad de Soria, de la entonces Castilla la Vieja que formaba parte de la Corona castellana, siendo hijo de Juan Bravo de Saravia, señor de Pica y de Almenar, y de María Sotomayor de Vera Morales. Es antepasado directo de los actuales marqueses de la Pica.
Después de cursar Latinidad, se trasladó a Bolonia e ingresó en el Colegio Mayor de San Clemente (para estudiantes españoles) y se doctoró en Leyes.
Su llegada a la Sudamérica española
Nombrado en 1547 oidor de la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá en el Nuevo Reino de Granada, no llegó a tomar posesión de dicha plaza porque inmediatamente recibió la orden de pasar al Perú para desempeñar el mismo cargo en la audiencia limeña, que se reinstaló en Lima en 1549 tras la debelación de la rebelión de Gonzalo Pizarro llevada a cabo por el pacificador Pedro de la Gasca, quien ejerció como presidente de dicha audiencia.
Tras la partida de Gasca en 1550, Bravo de Saravia permaneció en el cargo de oidor, siendo nombrado presidente de la audiencia el oidor Andrés de Cianca en su calidad de oidor decano (el de más antigüedad). Los otros oidores eran los licenciados
Pedro Maldonado (quien falleció a principios de 1550) y Hernando de Santillán.
En 1551 arribó al Perú el virrey Antonio de Mendoza. Este, ya achacoso y enfermo, delegó prácticamente el poder en la Audiencia, cuerpo al que se sumó el oidor
Diego González Altamirano en reemplazo del fallecido Maldonado. Bravo de Saravia supo moderar las ambiciones de sus colegas oidores, así como el agresivo descontento que entre los colonos suscitó la promulgación de la real cédula que disponía la abolición de los servicios personales de los indios.
El virrey Mendoza murió tras diez meses de gobierno, el 21 de julio de 1552, y una vez más la real audiencia, presidida por Cianca, asumió las tareas de gobierno de manera provisional en espera de la llegada de un nuevo virrey.