Manuela Sáenz |
Manuela Sáenz | ||
---|---|---|
![]() Manuela Sáenz, portando la insignia de la | ||
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Manuela Sáenz de Vergara y Aizpuru | |
Apodo | Libertadora del Libertador | |
Nacimiento | ![]() | |
Fallecimiento | ![]() | |
Causa de la muerte | ||
Lugar de sepultura | ![]() | |
Nacionalidad | ||
Religión | ||
Familia | ||
Padres | Simón Sáenz de Vergara María Joaquina de Aizpuru | |
Cónyuge | James Thorne | |
Pareja | ||
Información profesional | ||
Ocupación | Revolucionaria ![]() | |
[editar datos en Wikidata] |
Manuela Sáenz Aizpuru (
Criticada, denigrada e ignorada y desterrada por sus contemporáneos y aún décadas después de su muerte, sólo a mediados del siglo XX Manuela Sáenz empezó a ser nombrada como una gran heroína y prócer en la gesta de la independencia o como precursora del feminismo en
Hija del hidalgo español Simón Sáenz de Vergara y la criolla María Joaquina de Aizpuru, nació en
Su madre, que había sido enviada a la hacienda Cataguango, propiedad de los Aizpuru, a dar a luz, murió, según unas versiones, al día que nació Manuela o, según otras, dos años más tarde, por lo cual la niña fue entregada al Convento de las Monjas Conceptas (Real Monasterio de la Limpia e Inmaculada Concepción), en el que pasó sus primeros años bajo la tutela de su superiora, sor Buenaventura.
Se sabe que por sus talentos y dones especiales su padre la llevó de visita a la casa que compartía con su esposa, Juana del Campo y Larraondo, ilustre dama nacida en
Luego de haber completado su formación con las monjas conceptas, pasó al
En
En
Por sus actividades pro independentistas,
En
Cuando se acercaba al paso de nuestro balcón, tomé la corona de rosas y ramitas de laureles y la arrojé para que cayera al frente del caballo de S. E.; pero con tal suerte que fue a parar con toda la fuerza de la caída, a la casaca, justo en el pecho de S. E. Me ruboricé de la vergüenza, pues el Libertador alzó su mirada y me descubrió aún con los brazos estirados en tal acto; pero S. E. se sonrió y me hizo un saludo con el sombrero pavonado que traía a la mano.
Manuela Sáenz.
En un encuentro posterior, en el baile de bienvenida al Libertador, él le manifiesta: «Señora: si mis soldados tuvieran su puntería, ya habríamos ganado la guerra a España». Manuela y Simón Bolívar se convirtieron en amantes y compañeros de lucha durante ocho años, hasta la muerte de éste en 1830.
En 1823 Manuela acompañó a Bolívar al Perú y estuvo a su lado durante buena parte de las campañas, participando en ellas activamente, hasta culminar la gesta libertadora cuando se radicaron en la ciudad de
Thorne en varias ocasiones pidió a Manuela que volviera a su lado. La respuesta de Manuela fue contundente: seguiría con Bolívar y daba por finalizado su matrimonio con el inglés. En alguna ocasión, consultada sobre el rompimiento con su marido, Manuelita expresó que no podía amar a un hombre que reía sin reír, que respiraba pero no vivía y que le generaba las más agrias repulsiones. Este comportamiento "indecente" para una mujer de la época marcó un antecedente de autodeterminismo en la mujer en una época donde eran reprimidas por una sociedad que las anulaba completamente; en este acto está quizás una de las características más interesantes de este personaje histórico.
Durante su estancia en Santa Fé de Bogotá, el
Por estas acciones, Bolívar mismo la llamó la Libertadora del Libertador.
Tras las investigaciones posteriores, los responsables del atentado fueron capturados y ejecutados, Francisco de Paula Santander fue acusado de traición, siendo hallado culpable del atentado. Fue degradado, expulsado deshonrosamente y condenado a morir fusilado por la espalda; pero se le perdonó la vida y fue desterrado.[5]
Después de que fuera aceptada su dimisión a la presidencia, Bolívar abandonó la capital el 8 de mayo de 1830 y falleció en diciembre en la ciudad de
En
Manuela falleció el