Manuel de Jesús Galván |
Manuel de Jesús Galván | ||
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Manuel de Jesús Abreu Galván | |
Nacimiento | 19 de enero de 1834 | |
Fallecimiento | 13 de diciembre de 1910 | |
Nacionalidad | ||
Información profesional | ||
Ocupación | ||
Conocido por | ||
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Manuel de Jesús Abreu Galván (
La edición completa de esa novela fue publicada en 1892, año del cuarto centenario del
Galván es considerado como uno de los precursores de la
La primera parte de Enriquillo, leyenda histórica dominicana data del año de 1879. Se realizó en la imprenta del Colegio de San Luis Gonzaga de Santo Domingo.
Posteriormente, en 1882, la imprenta García Hermanos, hizo la edición de la obra completa. En esta segunda edición, se lee una dedicatoria al "orador y publicista" Rafael María de Labra, presidente de la sociedad abolicionista española. En esta dedicatoria, fechada el 15 de julio de 1882, Galván dice:
Entre los recuerdos más gratos de mi vida descuella el de una memorable fecha, en que la plaza mayor de la capital de Puerto Rico no bastaba a contener la multitud de gente de todas las clases, que además de cubrir el pavimento se apiñaba en los balcones y las azoteas circunvecinas. Desde el balcón central del palacio de la Intendencia un hombre arengaba con ademán solemne, con sonoro acento, aquella innumerable cuanto silenciosa multitud. Aquel hombre estaba investido de todos los atributos del poder; ejercía la autoridad absoluta en la Isla, era el gobernador capitán general don Rafael Primo de Rivera, y en aquel momento cumplía un bello acto de justicia proclamando en nombre de la Nación Española la abolición de la esclavitud en la hermosa Borinquén (…) Ruidosos y entusiastas vivas a España terminaron aquella escena sublime.
A impulsos de la profunda impresión, del júbilo indecible que en mí causó tan espléndido triunfo de la justicia sobre una iniquidad secular, recorrí con el rápido vuelo de la imaginación la historia de América, y buscando analogías morales en los primeros días de la conquista, mi mente se fijó complacida en las grandes figuras de un compatriota de usted, el ilustre filántropo fray Bartolomé de las Casas, y un compatriota mío, Enriquillo, último cacique de la Isla de Haití o Española, hoy Santo Domingo.
Desde entonces formé el atrevido propósito de escribir este libro, y dedicarlo a la insigne Sociedad Abolicionista Española (…)[2]