Historia
Su historia nace a mediados del siglo XVII. Después de algunas generaciones, emergió una cultura distintiva que incorporó elementos europeos y aborígenes y los métis llegaron a considerarse a sí mismos como un grupo étnico independiente tanto de los europeos como de los amerindios. Han sido reconocido como tal desde el siglo XVIII.
Los métis se opusieron a la incorporación de Territorios del Noroeste, Manitoba, Alberta, y Saskatchewan a Canadá, porque consideraban que ello amenazaba su propia existencia. Las tensiones culminaron en la captura de Winnipeg en 1869 y el establecimiento allí de un gobierno provisional métis, encabezado por Louis Riel. Este breve intento de crear una patria independiente fue sofocado por el gobierno canadiense el año siguiente, y los caudillos métis huyeron a los Estados Unidos. Un segundo intento, en 1885, finalizó con la captura y la ejecución de Louis Riel. Desde entonces los métis se han integrado generalmente en la sociedad canadiense, aunque al igual que los pueblos aborígenes sufren pobreza y marginación, y muchos viven en reservas.