Jon Cortina |
Jon Cortina Garaigorta
Estudió
Se trasladó a El Salvador en
También impartió clases de Ingeniería en la
Su mensaje molestaba a sectores del poder y el 16 de noviembre de 1989, un grupo de 26 militares salvadoreños -19 de ellos entrenados en la
En un primer momento se pensó que Cortina también había sido asesinado; y él mismo pudo oír su nombre en la lista de bajas cuando escuchó la noticia en la radio a la mañana siguiente.[1]
El asesinato de sus compañeros no hizo que el padre Jon Cortina abandonara el trabajo en favor de los derechos humanos. Acabada la guerra, y preocupado por los testimonios de gentes de Guarjila y de otros lugares, Jon se puso a documentar, junto con Ralph Sprenkels, un investigador de derechos humanos holandés, el problema de los secuestros de niños que militares y policías habían cometido durante el conflicto armado. Aunque miembros de la Comisión de la Verdad habían recogido testimonios sobre estos secuestros, el informe de dicha Comisión no trató el tema de manera exhaustiva, ni propuso soluciones para la búsqueda de los niños. En 1994, Cortina fundó la Asociación Pro Búsqueda de Niños, junto con la licenciada Mirna Perla de Anaya, Ralph Sprenkels, Dorothee Molders y los familiares de niños desaparecidos Magdalena Ramos, Francisca Dubón y Francisco Abrego.[3] El padre Jon fungió como vocero y presidente de la Asociación.
Hasta la muerte del padre Jon en 2005, de los 754 casos investigados, la Asociación Pro Búsqueda ha logrado que 172 jóvenes reencuentren a sus familias, ha descubierto que 39 habían muerto y ha localizado a otros 90 sin llegar al reencuentro, mientras que 453 continúan desaparecidos. A la mayoría de estos jóvenes se les había dicho que sus padres habían muerto o que los habían abandonado. Algunos habían sido adoptados por familias en El Salvador, pero otros en Estados Unidos, Europa o Canadá.
El 27 de noviembre de 2005 sufrió un derrame cerebral mientras se encontraba en Ciudad de Guatemala. Fue ingresado en el Hospital Nuestra Santísima Señora del Pilar, pero no superó la afección y murió semanas después.
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