Historia
Los orígenes de Héroes del Silencio se sitúan en la ciudad de Zaragoza, a principios de los años 1980. Allí, los hermanos
Pedro (batería) y Juan Valdivia (guitarra) comenzaron a dar sus primeros pasos en el mundo de la música, junto con un primo de ambos, Javier Guajardo Valdivia -que era el cantante- formando el conjunto Zumo de Vidrio.[16]
Durante esa época, conocieron a Enrique Ortiz de Landázuri (después Enrique Bunbury), que tocaba el bajo y cantaba en
Proceso Entrópico, banda con la que compartieron algunos escenarios, y a quien en 1984 invitaron a sumarse al grupo.[19]
El nombre surgió por casualidad, cuando se dirigían con su primera maqueta a las instalaciones de Radio Zaragoza para promocionarla, y aún no habían decidido cómo iban a llamarse. Entonces, uno de ellos sugirió "Héroes del Silencio" ("Héroe del silencio" era el título de una de sus canciones, que luego cambiaron por "Héroe de leyenda"), y al resto les gustó la idea, quedando como nombre definitivo de la formación.[22]
El recelo de la discográfica con el nuevo grupo le llevó a ofrecerles comenzar con un EP de cuatro temas, y grabaron, a finales de 1987 Héroes del Silencio. El disco alcanzó las 30.000 copias vendidas, lo que supuso un récord de ventas para un maxi de debut en España.[24]
Afianzamiento (1990-1993)
En un concierto de la gira, en Calatayud, los vio actuar el productor Phil Manzanera, ex miembro de Roxy Music, a quien le causaron muy buena impresión.[26]
La grabación se llevó a cabo entre Madrid y Londres;[28]
La crítica los comparó en esa época con The Mission, al tener puntos en común con los británicos como el tipo de arpegios, las letras crípticas, la sonoridad en general, la estética y la simbología. Años después, Bunbury consideró esta etapa la cumbre de Héroes, su momento de oro.[29] Llegaron a decir que "el primer disco no reflejaba exactamente lo que era el grupo, reflejaba una parcela concreta (...) Hemos buscado un sonido más directo, una mayor energía, grabando con sonido ambiental y el bajo y la batería al mismo tiempo, porque así se consigue el feeling."
Durante la realización del álbum, grabaron también la versión en inglés de los temas "Entre dos tierras" y "Maldito duende", pero al final decidieron no publicarlas y quedarse con las grabaciones.[30]
En dos semanas, el álbum se colocó en el número uno de ventas en España con unas 400.000 copias vendidas.[34]
Joaquín Cardiel, bajista del grupo, admirador de la cultura
india, y cuyo
look en muchas ocasiones estaba basado en la misma.
[35]
Las desavenencias musicales entre
Juan Valdivia (en la imagen) y Enrique Bunbury se fueron acrecentando desde el tercer álbum de la banda.
[36]
A principios de 1993, volvieron al estudio de grabación para registrar lo que sería su tercer álbum de estudio, El espíritu del vino, que contó también con la producción de Phil Manzanera.[39]
Nada más publicarse el disco, se embarcaron en la gira El Camino del Exceso, que les llevaría por Europa y América con un total de 134 conciertos, e incorporó al guitarrista mexicano Alan Boguslavsky como segunda guitarra. Es de reseñar que el 20 de julio la banda fue recibida en audiencia por el Príncipe Felipe, que se había declarado seguidor del grupo, como reconocimiento a su difusión del idioma castellano por el mundo.[34]
1993 fue también el año de su eclosión internacional. Este hecho comenzó con su intervención en un festival en Berlín contra el racismo que ratificó su éxito en Alemania, donde el álbum vendió 250.000 copias y fue n.º 1 de ventas, al igual que en España, México y Suiza.[43]
El tour incluyó también una gira de dos meses en Iberoamérica, con 26 conciertos en México, Chile y Argentina.[46]
Como forma de superar la crisis, los cuatro músicos buscaron la espiritualidad y la relajación y se concentraron durante dos meses del otoño de 1994 en un enclave aislado del Pirineo aragonés, cerca de Benasque.[36]
Tras tres meses de grabación en Londres y Los Ángeles, el 18 de septiembre de 1995 salió a la venta simultáneamente en 26 países el cuarto álbum de estudio de la banda: Avalancha, considerado su álbum más roquero, con guitarras poderosas y una gran producción.[48]
A la publicación de Avalancha le siguieron la habitual promoción del disco y una gira de grandes proporciones que acabó provocando el definitivo alejamiento entre los miembros del grupo.
Separación (1996)
El Tour Avalancha fue una macrogira que, desde julio de 1995 hasta octubre de 1996, les llevó a dar 152 conciertos entre Europa y América. La convivencia durante la misma tuvo momentos difíciles, y el cansancio acabó acrecentando los conflictos internos en la formación.[n. 1]
Antes de concluir la gira, y en una rueda de prensa celebrada en Lima, Héroes del Silencio comunicaron su separación temporal.[53]
"Me doy cuenta de que cada vez me aíslo más en el autobús, en las decisiones que tomo junto a Tomás, Claire, los abogados, Rafael Gil, Ochaíta... en los camerinos, en las pruebas de sonido (...) La verdad es que no me veo formando una banda tipo los Rolling Stones, que dure una eternidad, soy un culo inquieto, necesito movimiento."
Diario de Enrique Bunbury, 8 de noviembre de 1995.[54]
Post-separación (1996-2007)
La banda aún tenía contrato en vigor con la discográfica, lo que le comprometía a publicar cinco discos más.[55]
Por su parte, los miembros del grupo, afrontaron nuevos proyectos musicales. Bunbury inició su exitosa carrera en solitario:[57]
Alan Boguslavsky colaboró en el primer álbum en solitario de Bunbury, y después formó su propio grupo, Bogusflow, con músicos del entorno de Héroes como Copi Corellano, pero el grupo se disolvió en 2001.[6]
Pedro Andreu se embarcó en nuevos proyectos musicales, como
Puravida y
DAB, que no tuvieron mucha repercusión.[60]
Regreso y despedida (2007)
A los diez años de su separación, se les planteó la posibilidad de realizar una gira de despedida como homenaje a sus seguidores, y como forma de cerrar brillantemente la trayectoria del grupo. En algunos medios se calificó la oferta económica que se les realizó como irresistible.[62]
Tras algunos meses de ensayos llevados a cabo en relativo secreto, se acordó la participación de Gonzalo Valdivia, hermano del guitarrista Juan Valdivia, como segunda guitarra durante la gira, al encontrarse Juan algo limitado físicamente por una reciente operación en la mano.[63] En un principio se pensó que sería Alan Boguslavsky, que fue componente de la banda de 1993 a 1996, quien desempeñaría el puesto, pero el propio Juan recomendó la incorporación de su hermano.
Las entradas se pusieron a la venta con meses de antelación para evitar problemas de última hora, a través de cajeros automáticos y tiendas de discos, pero su demanda desbordó todas las previsiones. Para los conciertos de Sevilla, Zaragoza y México D. F. se vendieron en tiempo récord. Hubo gente a las puertas de las tiendas 24 horas antes, y también se produjo el colapso en cajeros automáticos y en la web, donde también se vendían.[64]
Como culminación, en el concierto que cerraba la gira en Cheste, Valencia, y como consecuencia de una mala previsión, se produjo un caos circulatorio durante más de cuatro horas, además de 20 km de retenciones que imposibilitaron el acceso a miles de seguidores.[65]
Tras finalizar la gira, Bunbury confirmó el final definitivo de la banda y declaró que continuaría su carrera en solitario.[66]