Biografía
Empleado en el ministerio de Hacienda, fue redactor de El Eco del Comercio y de El Pueblo y director de El Fígaro, periódicos políticos. Empezó en la literatura con dramas históricos desde 1851 y, desde 1853, en que publicó por entregas en el periódico El Enano su primera novela, La Corte y el castillo, que más adelante refundiría en El héroe y el César, compuso novelas históricas y de aventuras de intención moralizadora y católica en la línea de los folletinistas Manuel Fernández y González y Ramón Ortega y Frías. Ensalza patrióticamente las hazañas guerreras de los españoles; rechaza el naturalismo francés y de vez en cuando salpica sus obras de reflexiones moralizantes. Su lengua es castiza y correcta y su estilo, aunque sencillo, abunda en dobletes y tripletes. Fue vicepresidente en 1869 del
Círculo Magnetológico-Espiritista de Madrid, que editaba la revista quincenal El Alma. Marchó a Cuba como empleado en el gobierno civil de Matanzas y fue nombrado secretario cuando le sorprendió la muerte en Puerto Príncipe, el 13 de septiembre de 1897.[1] Algunas de sus novelas aún se imprimían a mediados del siglo XX.