Orígenes
A pesar de que su origen es incierto, se cree que es original de la India, donde se cocinó en un pan con especias amargas. La palabra "falafel" viene de la palabra árabe فلفل (filfil), que significa pimiento, y probablemente del sánscrito pippalī.[cita requerida] El faláfel (al menos al estilo de Oriente Medio) está hecho con habas, garbanzos o una combinación de ambos. La variante egipcia, llamada ta`miyya (طعمية), emplea exclusivamente habas, mientras que otras variantes emplean exclusivamente garbanzos. Lo que hace diferente al faláfel de otras albóndigas, es que las habas o garbanzos no se cuecen: simplemente se ponen en agua hasta que se ablandan y luego se trituran (se les puede quitar la piel antes) mezclados con ajo y una buena cantidad de cilantro, principalmente, para formar una pasta. Con esa pasta se hacen unas bolas achatadas (con esta forma posteriormente se pueden meter en pan de pita) que se fríen en abundante aceite. En ocasiones puede utilizarse también harina de garbanzo, harina de trigo o pan rallado,[1] para dar más consistencia a la mezcla.