Historia
Anton van Leeuwenhoek descubrió organismos vivos en depósitos en los dientes (ahora llamado placa bacteriana). También encontró organismos en el canal al lado de su casa en Delft. Experimentó con muestras de estas bacterias, añadiendo vinagre y brandy, y comprobó como inmovilizaban y mataban los organismos suspendidos en el agua. Experimentó consigo mismo y con otras personas aclarando la boca con vinagre y brandy y encontró que los organismos continuaban en la placa. Él concluyó (acertadamente) que el enjuague no permanecía suficiente tiempo en la boca como para destruir los organismos.
A finales de los años 1960,
Harald Loe demostró que un compuesto de clorhexidina podría evitar el desarrollo de placa dental. La razón de la eficacia de la clorohexidina es que se adhiere a la superficie dental, permaneciendo más horas en la boca.
Desde entonces el interés comercial por el enjuague ha sido intenso, y ha aumentado la demanda de productos para combatir la placa bacteriana y las infecciones que conlleva, como la gingivitis.