Historia
Los primeros poblamientos de la zona donde hoy se enclava Dresde datan del Neolítico. En el año 1206 se menciona por primera vez a Dresde.
Residencia de la realeza
A fines del siglo XV se convierte en la residencia del soberano de Sajonia. A partir de 1547 experimenta un gran auge gracias a la rebelión que llevó a cabo la Casa de Wettin con el fin de obtener la dignidad Electoral, convirtiéndose en un centro político y cultural de importancia. Debido a la obtención de dicha dignidad, Sajonia se convirtió también en el Land protestante más importante del Sacro Imperio Romano Germánico. En esta época se llevan a cabo grandes logros culturales, que son la causa, todavía, del prestigio que tiene esta ciudad.
El desarrollo de la ciudad se vio estancado por la Guerra de los Treinta Años (1618-1648). En los años posteriores se construyeron los parques y edificios más famosos, pero la ciudad sufrió los daños de casi todas las grandes guerras europeas.
Dresde en la Europa moderna
Vista desde el puente de Augusto (años
1890).
En 1685 ardió completamente la antigua ciudad de Dresde y necesitó bastantes años para su total reconstrucción como "Nueva ciudad regia" (hoy Neustadt). Bajo el gobierno de Augusto el Fuerte, Dresde se labró su fama de ciudad cultural que todavía mantiene. Durante el siglo XVII, Dresde fue conquistada por Prusia en dos ocasiones (Guerra de Sucesión Austriaca (1745) y Guerra de los Siete Años (1756). Durante esta última contienda, los prusianos quemaron la ciudad. En 1760 Dresde fue asediada otra vez por Prusia, esta vez sin éxito, pero tuvo que soportar un bombardeo.
Schiller en 1785 escribió en esta ciudad la Oda a la Alegría, el poema que es actualmente el Himno de la Unión Europea.
A principios del año 1791 se firma en Dresde la Declaración de Pillnitz, que dio comienzo a las hostilidades entre Francia y Alemania, que durarían 150 años, ya que los monarcas alemanes se arrogaron el poder de destruir los resultados de la Revolución francesa. En la Guerra de liberación contra Napoleón, Dresde se involucró enormemente. El año 1813 tuvieron lugar en los alrededores de Dresde batallas decisivas en la revolución de Leipzig: en este caso Sajonia con Dresde a la cabeza luchó junto a los franceses, que protegieron la ciudad y la defendieron contra los posteriores ataques.
A lo largo del siglo XIX Dresde se convirtió en la capital de uno de los reinos más fuertes que había en el Reich formado en 1871.
Guerras Mundiales
Durante la Primera Guerra Mundial, Dresde permaneció incólume. Después de la Revolución de Noviembre de 1918 se convirtió en la capital del Estado libre de Sajonia.
Dresde en 1945, completamente arrasada por los bombardeos Aliados.
La ciudad recibió un durísimo golpe al final de la Segunda Guerra Mundial. En febrero de 1945, apenas doce semanas antes de la capitulación de la Alemania nazi, Dresde fue objeto de una serie de bombardeos que desencadenaron una tormenta ígnea que redujo a escombros su centro histórico (véase Bombardeo de Dresde). El número de muertos se estimó en un principio en varios cientos de miles y varía enormemente en función de la fuente, pero la línea mayoritaria en la historiografía actual lo sitúa entre 22.700 y 35.000 muertos, decantándose los estudios más recientes por las cifras más bajas.
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[11] El ataque aéreo de los aliados sobre Dresde sigue siendo uno de los episodios más polémicos y controvertidos de la Segunda Guerra Mundial.
República Democrática Alemana
Al repartirse Alemania las potencias aliadas, la ciudad quedó dentro de la zona de ocupación soviética y posteriormente, a partir de 1949, se integró en la República Democrática Alemana (RDA). En comparación con otras zonas de Alemania, Dresde fue una ciudad que vio reconstruida buena parte de las áreas históricas que habían sido destruidas durante los bombardeos. Debido a las protestas de los vecinos, las partes no destruidas del barrio de Neustadt se salvaron de la demolición. Una parte importante de la ciudad fue construida siguiendo los principios de la Arquitectura socialista, en parte por razones económicas y en parte por el pasado burgués de la antigua capital del Reino de Sajonia. Se crearon los barrios de viviendas populares prefabricadas de Prohlis y Gorbitz. En otras zonas se levantaron igualmente grandes bloques de edificios de hormigón. Asimismo, las autoridades socialistas alemanas reconstruyeron el palacio Zwinger, la Catedral católica (Hofkirche) y el teatro de la ópera (Semperoper).
En 1952 land de Sajonia fue disuelto por las autoridades de la RDA y Dresde se convirtió en capital del
distrito homónimo. Durante este periodo, la ciudad se convirtió en el mayor centro industrial de la Alemania oriental, disponiendo de un gran número de centros de investigación.
Reunificación y actualidad
Desbordamiento del
río Elba a su paso por Dresde en 2013.
Tras la caída del Muro de Berlín en 1989 y la Reunificación alemana, la ciudad pasó a ser parte de la RFA y la Unión Europea. En esta época fueron derribados más edificios antiguos. También otros muchos fueron reconstruidos gracias a subvenciones. Muchas zonas de Dresde sirven como ejemplo de la exitosa restauración de edificios representativos y permanecen como emblemas del patrimonio nacional.
Al igual que el resto de la ex-RDA, Dresde ha tenido problemas para acoplarse con el sistema de la RFA. Sin embargo, la ciudad destaca por ser una de las que mejor ha sabido adaptarse a la Nueva Economía.
En agosto de 2002, la ciudad se vio afectada por las grandes inundaciones que produjo el Elba. El nivel del río superó al de las mayores inundaciones de 1784, 1799 y 1845. En 2004, Dresde y los 20 km que median entre el castillo de Übigau y el
Palacio de Pillnitz, es decir, el Valle del Elba en Dresde, fueron declarados Patrimonio Cultural Mundial de la Unesco, pero dejaron de serlo en 2009 a causa del impacto producido por las obras del puente del Waldschlößchen.[12]
En el año 2005 se culminó la reconstrucción de la Frauenkirche, iglesia que se ha convertido en el símbolo de la reconstrucción de la ciudad.