La identidad doria
El nombre de los dorios
El nombre de hombre, Dōrieus, recibe una breve mención en las tablillas de Lineal B en Pilos, una de las regiones invadidas y conquistadas por los Dorios. La tablilla de Pilos Fn867 lo registra en el caso dativo como do-ri-je-we, *Dōriēwei. Un plural sin confirmar, *Dōriēwes, se habría convertido en Dōrieis, mediante la pérdida de la w y la contracción, pero en la tablilla es sólo un nombre de hombre. Fn867 trata de la contribución de grano a un templo.[2] Si esto significa "el Dorio" o tuvo el significado original del nombre propio "Dorio" se desconoce.
Julius Pokorny deriva Dorio de Doris, "bosque" (que también puede significar "tierra alta").[3] El segmento Dori sería del grado-o del Indo-europeo *deru-, "árbol". El bosque original debe de haber comprendido un área mucho mayor que sólo Doris. Dorio podría traducirse como "la gente del campo", "la gente de la montaña", "los montañeses", "la gente de los bosques", o algún apelativo parecido, lo que encaja eminentemente con su reputado origen.
La tradición de Heródoto
Heródoto mismo era de Halicarnaso, una colonia doria en la costa suroeste de la actual Turquía, que continuó con la tradición literaria de su tiempo, y escribió en griego jónico, siendo uno de los últimos autores que lo hizo así. Describió las Guerras Médicas, dando cuenta de manera breve de la historia de los protagonistas, griegos y persas.
Heródoto menciona que la «gente ahora llamada dorios» eran vecinos de los pelasgos de Tesalia.[6] Entre ellos estaba la gente, más tarde conocidos como los lacedemonios, uno de cuyos reyes se llamaba Dorieo.
La tradición de Pausanias
Otra fuente principal acerca de la identidad doria es la Descripción de Grecia de Pausanias. Relata que los aqueos del Peloponeso fueron expulsados de sus tierras por los dorios que venían del Eta, una región montañosa fronteriza con Tesalia.[11] Pausanias continúa describiendo la conquista y reasentamiento de Laconia, Mesenia, Argos y el resto de lugares, y la emigración desde allí hasta Creta y la costa de Asia Menor.
Distinciones idiomáticas
El dialecto dórico se hablaba a lo largo de la costa del Peloponeso, en Creta y al suroeste de Asia Menor. Se ha postulado una relación cercana entre el dórico, el griego antiguo del Noroeste y el antiguo idioma macedonio. En períodos más tardíos, predominaron otros dialectos, sobre todo el ático, sobre el que estaba basado la Koiné o el idioma común griego del periodo helenístico. La principal característica del dórico fue la preservación del Indoeuropeo [a:], <α> larga, que en el ático-jónico se convirtió en [ε:], <η>. El tsakonio, un descendiente del griego dórico y una fuente de gran interés para los lingüistas, todavía se habla sorprendentemente en algunas regiones de la costa sur de la Argólida del Peloponeso, en la costa de la moderna prefectura de Arcadia.
Otras distinciones culturales
Algunos autores atribuyen a los dorios la introducción de la pederastia en la Antigua Grecia. Algunos han postulado que esto tuvo lugar en el momento de su migración original y otros que mucho más tarde, alrededor del 630 a. C., comenzando en Creta y extendiéndose a Esparta y al resto de las ciudades estado griegas. Según
Erich Bethe
Lo que trajeron los dorios fue el amor al efebo como una institución honorable y reconocida. Los dorios regulaban estrictamente la relación amorosa entre el hombre y el muchacho y la trataban como un arreglo muy importante, muy público con una seriedad honorable bajo la protección de la familia, la sociedad, el estado, y la religión... En Esparta, Creta y Tebas... la educación de la clase gobernante, descansaba en la pederastia, [y era dirigida hacia] la areté y la virtud masculina, que se manifestaba principalmente en la guerra.[12]
Existe un orden dórico de arquitectura y un modo dórico de música (ver también raíces del acorde de guitarra). La columna se caracterizaba por su simplicidad y fuerza, la música por sus cualidades marciales. La columna dórica se utiliza ampliamente a principios del siglo XXI, particularmente en edificios gubernamentales y otros edificios grandes.
Culturalmente, además de su dialecto dórico del griego, estas colonias retuvieron su
calendario dórico característico, que giraba alrededor de un ciclo de festivales de los cuales, el de las Jacintias y el de las Carneas eran especialmente importantes (EB 1911).