Cogito ergo sum |
La locución latina «cogito ergo sum», que en español se traduce frecuentemente como «Pienso luego existo», siendo más precisa la traducción literal del latín «pienso, por lo tanto soy»,[1] es un planteamiento
La frase completa en su contexto es:
Mais, aussitôt après, je pris garde que, pendant que je voulais ainsi penser que tout était faux, il fallait nécessairement que moi qui le pensais fusse quelque chose. Et remarquant que cette vérité: je pense, donc je suis, était si ferme et si assurée, que toutes les plus extravagantes suppositions des sceptiques n'étaient pas capables de l'ébranler, je jugeai que je pouvais la recevoir sans scrupule pour le premier principe de la philosophie que je cherchais.
Pero enseguida advertí que mientras de este modo quería pensar que todo era falso, era necesario que yo, quien lo pensaba, fuese algo. Y notando que esta verdad: yo pienso, por lo tanto soy, era tan firme y cierta, que no podían quebrantarla ni las más extravagantes suposiciones de los escépticos, juzgué que podía admitirla, sin escrúpulo, como el primer principio de la filosofía que estaba buscando.
La frase de Descartes expresa uno de los principios filosóficos fundamentales de la
Aunque la idea expresada en «cogito ergo sum», ("pienso, luego existo"), se atribuye a Descartes, existían formulaciones anteriores, alguna tan exacta a la suya como la de
«Conozco que yo conozco algo. Todo lo que conoce es; luego yo soy, (Nosco me aliquid noscere: at quidquid noscit, est: ergo ego sum)»
con antecedentes en
«Ac proinde haec cognitio, ego cogito, ergo sum, est omnium prima et certissima, quae cuilibet ordine philosophanti occurrat.»
El argumento de «cogito ergo sum» puede considerarse también un desarrollo ulterior del argumento del Hombre Volante de
... «Si te imaginas que tu mismo ser ha sido creado desde el comienzo con un intelecto y una disposición sanos, y si se supone que, en resumidas cuentas, forma parte de tal posición y disposición que sus partes no sean vistas ni sus miembros se toquen, sino que, al contrario, estén separados y suspendidos durante un cierto instante en el aire libre, tú lo encontrarías no dándote cuenta de nada excepto de la certeza de su ser» ...
Descartes fue acusado de plagio, especialmente por la coincidencia con el texto de Gómez Pereira y el planteamiento del discurso del método que ya aparece en