El Cinturón de Fuego del Pacífico (o Anillo de Fuego del Pacífico) está situado en las costas del océano Pacífico y se caracteriza por concentrar algunas de las zonas de subducción más importantes del mundo, lo que ocasiona una intensa actividad sísmica y volcánica en las zonas que abarca.
El lecho del océano Pacífico reposa sobre varias placas tectónicas que están en permanente fricción y por ende, acumulan tensión. Cuando esa tensión se libera, origina terremotos en los países del cinturón. Además, la zona concentra actividad volcánica constante. En esta zona las placas de la corteza terrestre se hunden a gran velocidad (varios centímetros por año) y a la vez acumulan enormes tensiones que deben liberarse en forma de sismos.
El Cinturón de Fuego se extiende sobre 40 000 km (25 000 millas) y tiene la forma de una herradura. Tiene 452 volcanes y concentra más del 75 % de los volcanes activos e inactivos del mundo.[3]
El Cinturón de Fuego del Pacífico también alberga la mayoría de los supervolcanes del planeta; erupciones históricas de estas magnitudes, que se conocen como erupciones VEI=8, han causado numerosos estragos a escalas globales e incluso extinciones masivas de especies.
El volcán Licancabur, también denominado (volcán Licancábur), (en idioma atacameño o kunza, lickan: 'pueblo', 'país'; ckabur, 'montaña'; es decir: 'montaña del pueblo', o 'montaña del país'),[5] es un estratovolcán situado en la frontera entre Bolivia y Chile, junto a la laguna Verde. Su última erupción tuvo lugar en el periodo del Holoceno.