La biblioteca alojaba una extensa colección de tablillas hechas de arcilla, cubiertas de una escritura fina por ambos lados. Se llegaron a reunir hasta 22 000 tablillas, encontradas bajo los escombros del palacio real en Nínive.[3] Se desconoce cuántas tablas de cera, rollos de cuero y papiros se perdieron.
Se trata de la colección más completa que se conoce de escritura cuneiforme, un legado cultural dejado por el rey Asurbanipal que, según las noticias escritas que se conservan sobre su vida, mostró un gran interés por el saber y la ciencia de Mesopotamia y dio orden de buscar y confiscar todas las tablillas posibles, sobre todo en Babilonia. En ellas puede encontrase los temas más diversos:[4]
gramática
diccionarios
listas oficiales de ciudades
tratados de matemáticas y astronomía
libros de magia
religión
ciencias
arte
historia
literatura
Una de las obras más famosas de la biblioteca es el Poema de Gilgamesh, considerada como la obra narrativa más antigua de la humanidad.[4]
El rey kchon fue malcriado como un príncipe cuyo destino, en principio, no sería el de reinar, sino el de sacerdote o algún otro cargo importante de la corte. Fue educado en las artes y las ciencias. Fue un rey guerrero y culto. Él mismo escribe de su formación: [...he leído intrincadas tablillas inscritas en los oscuros sumerio y acadio, difíciles de desentrañar...]...[...estudié el saber secreto de todo arte del escriba...].[5]
En 1847, Austen Henry Layard, un joven viajero con vocación de arqueólogo, descubrió bajo un montículo de la ciudad antigua de Nínive las ruinas del palacio de Senaquerib, entre las que se encontraba la biblioteca de Asurbanipal. Las tablillas encontradas fueron depositadas en el Museo Británico. Por otra parte, el arqueólogo Henry Rawlinson encontró una inscripción en la roca de Behistún con un texto políglota de la época del rey persa Darío I el Grande en antiguo persa, elamita y babilonio. Fue un hallazgo tan importante como el de la piedra de Rosetta pues su estudio sirvió para poder traducir e interpretar la escritura cuneiforme de los textos de las tablillas de la biblioteca.[6]