Antecedentes
Francisco I de Francia decidió continuar las guerras italianas de su predecesor, Luis XII, reclamando Milán para sí por ser nieto de la duquesa Valentina Visconti.[13]
El 5 de octubre de 1511 esto motivó la formación de la Liga de Cambrai, entre los Estados Pontificios, la República de Venecia, la Corona de Aragón y la Confederación Helvética. El 20 de diciembre se les unió el Reino de Inglaterra. El sacro emperador Maximiliano I de Habsburgo se mantuvo neutral, pero la aceptó.[17]
El 23 de marzo de 1513, los venecianos se pasaron al bando francés: nació así la Liga de Blois, y en consecuencia el 5 de abril se formó la Santa Alianza de Mecheln, que incluía a los antiguos aliados (excepto Venecia) y al Sacro Imperio Romano Germánico.[19]
El 7 de febrero de 1515 se fundó otra Liga Santa entre germanos, aragoneses, suizos y milaneses, a la que se sumaron el 17 de julio los pontificios.[22]
El ejército francés invasor dependía principalmente de la caballería pesada de los caballeros, una reminicencia feudal.[23]
El ejército de Francisco avanzó sin problemas con ayuda del duque
Renato de Saboya y el 31 de agosto cruzó el río Tesino.[30]