Orígenes familiares
Cuando el rey Fernando III de Castilla reconquistó Sevilla en 1248 recibió apoyo internacional para su cruzada y en sus tropas se encontró con un caballero francés de la estirpe del
Conde de los Limonges, cuyo nombre era don Bartolomé de Casaux. Tras la reconquista de la ciudad se estableció en ella y cambió su apellido Casaux por Las Casas.[4]
El rey Alfonso XI de Castilla nombró a un miembro de la familia Las Casas como "fiel regidor de las ordenanzas reales y como regidor número 24 del reino". Este número quedó unido a la familia hasta el siglo XVII, sucediéndose esa línea familiar en el ejercicio del cargo. Además, en varias ocasiones miembros de la familia Las Casas fueron nombrados para el cargo de tesorero mayor de Andalucía.[2]
El rey Juan II entregó a don
Guillén Las Casas, "caballero más poderoso de Sevilla", la Villa de Montilla y, por orden del rey Enrique II de Castilla fue enviado a Francia para la obtención de refuerzos militares. Sin embargo, Don Guillén murió en la
batalla de la Ajarquía de Málaga. A un Don Alonso de Las Casas le fue entregado el
Castillo de Priego y, por su comportamiento en la
batalla de las Lomas, fue nombrado Caballero del Rey. A otro Las Casas se le concedió, por cédula real, la conquista de Tenerife y La Palma y de todas las tierras que conquistare.[2]
También existieron importantes Las Casas en el clero, entre ellos un deán de la Catedral de Sevilla y un maestro de la Orden de Predicadores: fray
Alberto de las Casas.[2]