Introducción y antecedentes
Los sucesos del 2 de mayo de 1808 se enmarcan en el comienzo de la Guerra de la Independencia. En 1796 Francia y España habían pactado una alianza, después de años de guerra; en 1807 ambas naciones acordaron colaborar en el conflicto que mantenía la primera con Inglaterra, permitiendo la segunda el paso de tropas francesas por su territorio, de camino a la conquista de Portugal, país aliado de la nación inglesa. El ejército extranjero, a las órdenes del general Junot, penetró en la península ibérica, pero, incumpliendo su pacto de amistad y alianza, tomó algunas ciudades de la franja septentrional y adoptó una actitud invasiva, lo que condujo a muchos españoles a comprender las verdaderas intenciones del emperador francés Napoleón Bonaparte: convertir a España en un Estado satélite, despojándolo de los miembros de su Familia Real. Entre el 17 y el 19 de marzo de 1808 se produjo en Aranjuez un motín popular, alentado por un sector de la alta sociedad partidario del Príncipe de Asturias y contrario al odiado primer ministro, Manuel Godoy. El valido cayó preso y el rey Carlos IV se vio obligado a abdicar en su hijo, que reinaría como Fernando VII y entraría en Madrid el 24 de aquel mes, un día después de la llegada a la capital de un ejército francés bajo el mando del Gran Duque de Berg, Joaquín Murat, que se instalaría en Madrid.