Arnaut Daniel |
Arnaut Daniel fue un hombre gentil y
Nació en
Es el más insigne representante del estilo llamado trobar ric, con un especial interés por la novedad y la singularización de la métrica, las rimas, los conceptos y el uso de palabras no empleadas anteriormente por otros trovadores. En uno de sus poemas, manifiesta que el arte de componer versos equivalente al arte del joyero, que lima y pule su obra hasta aproximarla a la perfección. Se le considera el creador de la
I
El firme deseo que en el corazón me entra
no me lo pueden arrancar pico ni uña
de adulador, que por hablar mal pierde su alma;
y como no me atrevo a pegarle con rama ni vara,
aunque sea a escondidas, allí donde no tenga tío,
gozaré del gozo, en el jardín o en la habitación.
II
Cuando me acuerdo de la habitación
en la que sé, para mi mal, que nadie entra
y que todos me vigilan más que hermano o tío,
entonces, todos los miembros me tiemblan, hasta la uña
tal como el niño ante la vara:
tanto miedo tengo de no ser suyo de toda alma.
III
¡Con el cuerpo lo sería, no con el alma,
si me acogiera en su habitación!
Más me hiere el corazón que golpe de vara
pues allí donde ella está, su servidor no entra;
siempre seré con ella como carne y uña
y no creeré consejo de amigo ni de tío.
IV
Nunca, a la hermana de mi tío
la amé tanto, ¡por mi alma!
Pues tan cerca como está el dedo de la uña,
si lo aceptara, querría estar yo de su habitación;
de mí puede hacer Amor, que en el corazón me entra,
más a su gusto que hombre fuerte con débil vara.
V
Desde que floreció la seca vara
y descendieron de Adán sobrinos y tíos,
tan fiel amor como el que en el corazón me entra
no creo que existiese nunca en cuerpo ni en alma;
dondequiera que esté, en plaza o en su habitación,
mi corazón no se separa de ella ni la distancia de una uña.
VI
Así une y se aúña
mi corazón a ella como la corteza en la vara;
pues ella me es torre de gozo y palacio y habitación
y no amo otro tanto a hermano, pariente ni tío:
en el paraíso tendrá doble gozo mi alma
si por amar hay quien allí entra.
VII
Arnaldo envía su canción de uña y de tío
con permiso de aquella que tiene de su vara el alma,
a su Deseado, cuyo mérito en la habitación entra.
Escribió canciones como “L´aura´amara fals bruels brancutz...” (“La brisa amarga hace que los bosquecillos frondosos...”) y “Doutz brais e crizt” (“Dulces gorjeos y gritos...”).[3] El gusto por el color y la luz son característicos de la literatura medieval, y su percepción, provoca el joi (gozo) del trovador hasta un nivel casi espiritual como se muestra en el siguiente fragmento de Arnaut Daniel, con una técnica puntillista. El cromatismo de la
"Er vei vermeills, vertz, blaus, blancs, gruocs,
vergiers, plais, plans, tertres e vaus;
e·il votz dels auzels son' e tint
ab douz acort maitin e tard:
so·m met en cor q'ieu colore mon chan
d'un'aital flor don lo fruitz si'amoros
e jois lo grans e l'olors d'enuo grandes".
Ahora veo rojos, verdes, azules, blancos y amarillos vergeles, matorrales,
llanuras, colinas y valles; y la voz de los pájaros suena y tintinea con dulce
acorde mañana y tarde. Esto me lleva a colorear mi canto con tal flor cuyo
fruto sea amor, su grano sea gozo y cuyo olor sea ahorro de enojo.[4]
La canción amorosa Ab gai so comienza con una comparación de la labor de la creación de la poesía con el trabajo artesano y concluye con una "jactanciosa tornada que imitaron, entre otros,