Alexander Pope |
Alexander Pope | ||
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![]() Retrato de Alexander Pope, c. 1736. | ||
Información personal | ||
Nacimiento | ![]() | |
Fallecimiento | ![]() | |
Causa de la muerte | ![]() | |
Lugar de sepultura | Iglesia de St Mary, | |
Nacionalidad | Inglesa | |
Lengua materna | ||
Información profesional | ||
Ocupación | Escritor, poeta | |
Lengua de producción literaria | ||
Género | ![]() | |
Obras notables | ||
Firma | ![]() | |
[editar datos en Wikidata] |
Alexander Pope (
Nacido en una familia
Aunque había escrito poesía desde los doce años, se considera que su primera contribución importante al mundo literario fue su
Ensayo sobre la crítica, que publicó en 1711, a los 23 años de edad. A este siguió
En su escrito de 1734 Pope realizó una importante consideración sobre la influencia de los pintores paisajistas en los proyectos de jardinería cuando escribió lo siguiente: «Todo el arte de los jardines depende de la pintura de paisajes[...] como si fuera un paisaje colgado» («All gardening is landscape painting [...] just like landscape hung up»).[1]
El éxito comercial de sus traducciones convirtió a Pope en el primer poeta inglés en poder vivir únicamente de las utilidades generadas por sus obras, «sin deudas a príncipe alguno u hombre para que viva», como él mismo dijo. Durante este período Pope también publicó una edición de
También reescribió en varias partes el verso de su compatriota. Lewis Theobald y otros eruditos en el tema atacaron la edición de Pope. Aquello desató la furia del traductor e inspiró la primera versión de su sátira, « la Dunciada» (1728), primero de los poemas satíricos y morales de su período final. Otros de los poemas más significativos de aquella época fueron los « Ensayos sobre la moral» (1731 – 1735), « Imitaciones de Horacio» (1733-1738), la « Epístola a Arbuthnot» (1735), el « Ensayo sobre el hombre» (1734) y una edición extendida de « la Dunciada» (1742) en la cual Colley Cibber tomó el lugar de héroe que Theobald ocupaba.
Pope trató directamente los problemas intelectuales, políticos y religiosos más importantes de su era. Fue él quien desarrolló el pareado heroico más allá de lo que ningún poeta había logrado anteriormente. Los grandes poetas que le siguieron lo usaron menos que aquellos que le precedieron, pues para ellos había disminuido su utilidad.
Pope escribió igualmente un epitafio, ahora famoso, para
A lo que Sir John Collings Squire agregó luego el pareado: